No existen los límites, existen las limitaciones.
Los límites son siempre limitaciones mentales. Las personas de éxito son personas que han activado su poder interior. La gente que no consigue resultados es gente pobre mentalmente, gente que no cree en sí misma. Hay que aprender a creer en uno mismo. Sentirnos capaces de conseguir cualquier cosa que nos propongamos.
Tu vida es un reflejo de tu inconsciente y tu inconsciente son tus creencias.
Una creencia es una idea que domina tu mente. Te conviertes en lo que crees. Si quieres mejorar algún aspecto de tu vida, debes cambiar tus creencias limitantes por creencias potenciadoras. Para ver cambios fuera, primero hay que cambiar dentro y el primer cambio está en la forma de pensar.
La repetición es la madre de la destreza.
Cada día que pasas haciendo algo mejoras. No hay mayor misterio.
Tu mente dirige tu vida.
Los pensamientos positivos nos impulsan hacia cotas más elevadas de conciencia. El éxito es algo mental, si no ganas la batalla a tu mente estas perdido. Si quieres cambiar tus circunstancias tienes que cambiar tu manera de pensar.
El secreto de avanzar reside siempre en comenzar.
El mejor consejo en todo proceso de desarrollo personal es ponerse en marcha: ¡Actuar, entrar en acción!
La acción es la verdadera medida de inteligencia.
Da igual lo que pienses lo que digas o lo que planees, lo que importa es lo que haces. La única forma de que se produzcan cambios en tu vida es que te decidas a actuar. El talento siempre está unido a la acción. Talento es hacer cosas, entrar en acción.
La mayoría de la gente es un reflejo de su grupo de iguales.
Cuida escrupulosamente con quien pasas tus horas.
Nunca hay que perder de vista el objetivo, la meta, el destino.
Mantente comprometido con tus decisiones, pero sé flexible con las estrategias. La flexibilidad es una de las cualidades que mejor definen a las personas de alto rendimiento.
